Este Servicio Divino especial fue oficiado por nuestro Dirigente de la Comunidad, quien sirvió con la palabra de Isaías 42:9: “He aquí, lo que yo anunciaba desde antes ha llegado; también anuncio cosas nuevas; antes de que brote, las haré oír para vosotros.”
Escuchamos que ya en tiempos anteriores se hicieron promesas proféticas que luego se cumplieron: Se le prometió al pueblo de Israel que entrarían en una tierra donde fluyen leche y miel. Más tarde, a los judíos, que regresarían de su exilio a Jerusalén. Todo se cumplió.
Ahora, según la segunda parte de la palabra bíblica, se trataba de “novedades”: Jesucristo mostró una perspectiva y una visión previamente desconocidas. No se trataba de cuestiones políticas. Se trataba de que Jesús traía un nuevo orden legal para “su reino”, caracterizado por el amor y la gracia. Para muchas personas esto no era comprensible. Esperaban algo diferente de él. Por eso más tarde clamaron: “¡Crucifícalo!”
Nuestro Evangelista Achim Engels dio una aportación y concluyó lo escuchado de manera muy hermosa.
Además de nuestro coro de la comunidad, participaron otros solistas que embellecieron el Servicio Divino. Los miembros de la congregación de habla hispana vivieron paralelamente su propio Servicio Divino en el salón pequeño.