Ama a tu prójimo como a ti mismo – esto es claro. Pero, ¿cómo cumplirlo cuando en un lugar imperan las drogas y la violencia? Lo muestra un proyecto desarrollado en la iglesia-gimnasio de Sudáfrica: un puerto seguro y una isla dedicada a la educación, ante todo para niños. La página nac.today informa: Aquí podéis leer el reportaje